¿Una ópera escrita exclusivamente para cantantes negros? Viajamos al otro lado del Atlántico para descubrir cómo Gershwin se atrevió a romper esquemas para regalarnos melodías y ritmos inauditos hasta entonces, entre ellos el famoso “Summertime” (Tiempo de Verano).
Desde su estreno en el 1935 “Porgy and Bess” ha fascinado al público que vive con sus personajes el amor y desamor, la muerte y el duelo, la alegría de un día de fiesta y la tristeza al encontrarse lejos del ser amado. Pero sobre todo, y a pesar de todos los altibajos de la vida a los que nos hace partícipes, nos trasmite un optimismo inquebrantable, la certeza de saber que estamos todos encaminados hacia el destino correcto, y que cada momento nos ofrece una oportunidad nueva para ser felices.
Rodney Milnes, crítico musical lo ha expresado así:
“Si hay una ópera del siglo XX que aspira a hacer el mundo un sitio mejor tal como lo hizo la Flauta Mágica en el siglo XVIII, y quizás como ella sin saberlo, es Porgy and Bess.”
Sugerencia musical
Porgy & Bess, “It ain’t necesarily so”
de George Gershwin
¿Por qué haber elegido “it ain’t necessarily so” y no la famosa canción “Summertime” para saludaros musicalmente?
Quizás, para seguir el espíritu travieso de Sportin’ Life y haceros descubrir algo diferente, algo que quizás esté fuera de vuestro menú musical habitual. Luego porque me encanta la tremenda fuerza visceral que emana de este “gospel” un tanto especial que se plantea las mismas preguntas que yo, de pequeña, me hacía: “¿cómo es que Jonás puede vivir durante años en el vientre de una ballena?”
Por muy irónico que sea, esta canción trasmite una inquebrantable fe en la vida misma, en una vida donde las penas y glorias de cada uno se comparten con el grupo, para no decir con la tribu…