“Hänsel y Gretel” es mucho más que el simple cuento de hada que conocemos. Con mucha ternura y dedicación, Humperdinck lo transformó en una delicatessen musical que dedica a no solo a niños, sino también a aquellas personas que siguen siéndolo en sus corazones porque han sabido mantener viva la capacidad de conectar con la inocencia, la alegría y la espontaneidad de su niño/niña interior.
En su ópera combina una orquestación muy rica con melodías de inspiración popular, de modo que desde el primer momento nos parecen familiares.
En realidad, nos refleja nuestro propio mundo interior y nos recuerda que tenemos entre manos todos los recursos para afrontar aquello que la vida nos pone delante.
Paul Bekker decía de Humperdinck: “Tenía el don de hacer resonar en su música el sencillo lenguaje del corazón”.
Sugerencia musical
“La oración de la noche” de Hänsel y Gretel
de Engelbert Humperdinck
La oración de la noche que Hänsel y Gretel rezan antes de dormirse, no aparece en el cuento los hermanos Grimm, sino ha sido una feliz añadidura de Engelbert Humperdink, compositor que transformó dicho cuento de hadas en una “ópera para niños” (¡y no solo niños!). El dueto que nos ofrecen Hänsel y Gretel en su oración musical es tan solo uno de los muchos momentos de auténtico encanto presentes a lo largo de toda la obra.
Tal como la escoba simboliza visualmente el umbral entre la realidad y la imaginación, la oración de la noche describe musicalmente aquel momento fútil cuando el mundo consciente y el mundo del sueño se encuentran y se solapan. En este instante, somos más permeables para energías que nos quieren ayudar a “encontrar el camino de regreso a casa” y que en el caso de Hänsel y Gretel se manifiestan como 14 ángeles protectores.